¿Por qué hacer podcasting? ¿Qué cosas debés considerar antes de iniciar un compromiso tan serio? Un podcast es una serie de episodios de audio o videos, donde una o más personas hablan sobre un tema concreto, como ciclismo, cómics, películas, etc. Pensá en algo así como un álbum de tu banda favorita, ese conjunto es el podcast. Las canciones que vienen dentro, esas son tus episodios. Podés suscribirte al programa con una aplicación en tu teléfono o computadora y escuchar los episodios cuando quieras desde tu aparato, en el coche o a través de los altavoces.
El podcasting es la combinación de dos tecnologías: un archivo de audio o video, como un archivo MP3 o un video de YouTube, y un mecanismo de entrega, llamado RSS Feed. Los podcasts pueden ser muchas cosas: programas de radio; tutoriales, seminarios, entrevistas, informes, narraciones, comentarios, etcétera.
¿Por dónde empiezo?
Cuando iniciamos en la Escuela del Podcast, no teníamos ni idea de por dónde andar. Leímos artículos en blogs, vimos vídeos en YouTube y preguntamos a otros podcasters, pero no pudimos encontrar la “receta perfecta” para empezar un podcast que funcionara para nosotros.
Lo primero que hay que decidir a la hora de empezar un podcast es qué hace que un podcast sea bueno. Hay muchos elementos diferentes como el tema, el formato y la voz.
El tema determinará el tipo de contenido que tratará en su podcast. Si querés centrarte en un nicho determinado, como las finanzas o los juegos, debés elegir un tema que se relacione con tu audiencia.
El formato de tu podcast determinará el estilo con el que presentarás tu contenido. Por ejemplo, si querés compartir contenido educativo, puede optar por crear un podcast tradicional en el que hable de un tema específico durante una hora. Por otro lado, si querés compartir contenido entretenido y atractivo, podés decidir crear un podcast de estilo radiofónico en el que bromees con tus invitados durante unos minutos antes de pasar al tema principal del episodio. El formato de su podcast también determinará el estilo con el que presentará su contenido.
Un buen podcast es una conversación entre dos o más personas que tienen algo que decir sobre un tema específico. Esto no significa que tengas que tener una relación conflictiva con tus invitados, pero sí que debés ser capaz de conectar con ellos a un nivel más profundo. Si te sientes como si estuvieras hablando con una máquina cuando estás en un podcast, entonces probablemente no sea una buena opción para tu negocio.
Aunque se le llama la nueva radio, muchos podcasts escapan de las ataduras de los formatos radiofónicos tradicionales:
Pueden tener cualquier duración, desde un fragmento de noticias de 1 minuto hasta una entrevista en profundidad de 3 horas. Pueden tener cualquier frecuencia, desde la diaria hasta la mensual. El formato es variable: desde un simple programa en solitario hasta grandes producciones sonoras en la que participan varias personas.
Pero, la principal característica, a mi modo de ver, es que pueden cubrir cualquier tema, muchos de los cuales nunca llegarían a la radio.
iTunes es el principal mecanismo de entrega de podcasts de audio. YouTube es la contraparte del video. Podés descargar y escuchar podcasts en tu computadora, en tu teléfono, o cualquier dispositivo que reproduzca archivos de sonido y videos.
El principal objetivo de dar vida a un podcast es compartir información basada en una pasión o en una necesidad. Para mí, el podcast se convierte en la voz de una persona, un grupo o una idea institucional. Es decir, creamos un podcast porque creemos que tenemos algo importante que decir y que compartir con el mundo.
Sé que suena interesante tener tu propio programa, sin embargo hay algunas consideraciones que debés tomar al embarcarte en un compromiso como este.
El primero es que hacés el show para que alguien lo escuche, y, tal vez, te dé retroalimentación. En el momento en que reproduzcan tu primer episodio habrás sellado tu compromiso para preparar contenido para tu audiencia y ella estará esperando a que mandés el siguiente capítulo. Si fallás una vez, es posible que ya no volvás a saber de ellos. Aunque no lo creás, la constancia suele ser uno de los puntos críticos de la actividad podcastera. Muchos dejan de producir contenido de la noche a la mañana por la cantidad de trabajo que esto requiere, en especial en las primeras fases del podcast. Pero esto no debe desanimarte. A medida que vayás creando experiencia, irás dominando muchos pasos y harás todo más rápido y de una manera más eficiente.
Si va a hacer un podcast con regularidad, es una buena idea tener un coanfitrión. Esto permitirá que haya fluidez en el podcast gracias a la interacción de los presentadores. De esa manera, se mantendrán comprometidos entre sí y dentro del programa. También es una buena idea crear una hoja de cálculo de Google Docs de los temas que van a cubrir en cada episodio del podcast. Cada mes, antes del espectáculo, llenan estas categorías con contenido y enlaces asociados.
Siempre grabá más audio que la duración final del programa (por ejemplo, 45 minutos para un programa de 30 minutos), ya que editarás el ruido, los silencios prolongados y la charla de precalentamiento. Hacé la introducción al podcast al final; solo después de que se haya grabado todo el programa, sabrá todos los temas que se trataron.
Una de las opciones que tendrás que considerar para ahorrar tiempo, en especial al momento de editar, es realizar el show en vivo. Esto sin embargo tiene sus mañas. Casi todo el mundo se tropieza con las palabras de vez en cuando y los invitados pueden ponerse nerviosos. Pero, para eso estás vos al frente del micrófono. Ellos cuentan con tu profesionalismo y seguridad ante el micrófono para salir adelante con el programa.
Ahora, si optás por grabar tu show, deseás que tu podcast suene fluido y sin esfuerzo, necesitarás dedicar algo de tiempo a editar las pistas de audio. A menos que te volvás muy fluido al hablar y tus errores de dicción sean tan mínimos que no valga la pena corregirlos.
Otro punto a considerar es que a partir de hoy tendrás que ver con los oídos; es decir, tendrás que actuar en términos de sonidos. Un profesional del sonido solo permite que su audiencia escuche lo que tiene que escuchar, de lo contrario pierde la atención del escucha y eso puede significar la muerte de tu podcast.
Deberás tener especial cuidado con los ruidos que se generan a tu alrededor y a los que antes no prestaban atención. Puede haber un zumbido del sistema de refrigeración de fondo o el sonido de un camión de bomberos pasando, incluso, puede haber ruido generado por la corriente eléctrica de tus propios cables conectados a tu computadora o a tu interfaz de audio. Eso tendrás que resolverlo.
Ojo, en algunos lugares del mundo, por ley, debés obtener el permiso de una persona, verbalmente o por escrito, antes de grabarla. Tenés que consultar las leyes locales que te rigen para protegerse de futuras demandas.
Las entrevistas en persona facilitan el establecimiento de una buena relación con tus invitados. La desventaja es que todo se graba en la misma pista de audio, lo que dificulta la edición, por ejemplo, si uno de ustedes estornuda mientras el otro está hablando. La buena noticia es que hay programas de terceros que se pueden usar para grabar en pistas separadas, pero eso requiere de más conocimientos técnicos y capacidad de pago que tenés.
Si bien editar audio es mucho más simple que editar video, sigue siendo un componente importante de la producción de un podcast. Sin contar el tiempo de grabación, en mi experiencia, por cada minuto de grabación que va a ser editado, se necesitan 10 minutos de trabajo.
Después de la primera ronda de edición para limpiar el sonido, es posible que desees reordenar los segmentos de tu podcast para que fluya mejor.
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