Depende de a quién le preguntés. Yo le he preguntado a un cristiano evangélico y su conclusión es: “Nueva Traducción Viviente”, por su lenguage moderno y respeto por el origen arcaico de las palabras.
Esto, desde luego, me lleva a una cuestión que se remonta hasta mis años iniciales como lector. El primer libro con el que me topé fue El Principito… y, después de esto, ya no pude detenerme. Supongo que yo y las letras estabamos destinados a encontrarnos. Así que empecé a entender el mundo a través de la palabra escrita. Fue así que, un día, sin proponermelo, empecé a leer a ojear la biblia y terminé leyéndomela de pe a pa. Fue un pensamiento puberto por intentar darle sentido al Dios que en las clases de catequesis no me llenaba. Al finalizar mi lectura, además de las imágenes pornográficas del Cantar de Cantares y las alegorías gore del libro del Apocalípsis, una frase se quedó grabada en mi cabeza: “Que nada de lo que aquí se ha escrito sea modificado por hombre alguno”.
Obvio, la frase no va así, pero es lo que recuerdo. La memoria vino a mi mente hace poco, mientras escuchaba el episodio #37: ¿Quién es el dueño de la Biblia? Y, permanecer en una Iglesia solo por estatus, del podcast ConCiencia, con Andres Marin Solis, Frank Joya y Anthony Sepulveda. En este capítulo, entre otras cosas, la triada de ConCiencia explica a quién pertenecen los derechos de autor de las publicaciones que se han hecho al rededor del mundo de las diferentes versiones de la biblia que usan las iglesias para alimentar la fe de sus feligreses.
Como ellos mismos señalan, los autores de este programa bajo demanda no tienen ningún tipo de entrenamiento académico, pero invierten tiempo buscando respuestas e investigando cada una de las dudas que puedan tener aparte de discutir por horas acerca de temas generales relevantes a una cultura cristiana del siglo 21. Andres y Frank asisten, trabajan y son parte del grupo de alabanza de la iglesia Nueva Cancion en Canoga Park, CA. Anthony asiste, trabaja y es parte del grupo de alabanza de la Iglesia New Hope Community.
Volviendo al punto, busqué a Andrés, con quien he colaborado en años anteriores en entrevistas para mi podcast El Escribidor y otros proyectos literarios, para que me quitara la duda mediante una entrevista:
¿Cuál es la mejor traducción al español de la biblia?
Puedo hasta hacer mencion de que las nuevas biblias no tiene como 13 versículos que estaban en la Reina Valera, porque nuevos pergaminos mostraron que nunca existieron.
¡Las biblias más viejas son menos fieles!
(De acuerdo con Wikipedia, la Reina Valera es una de las traducciones de la Biblia al español más frecuentemente utilizadas entre los protestantes hispanohablantes. La fecha de publicación original de esta versión al español se remonta al año 1602 y su autor es Cipriano de Valera, un monje jerónimo y humanista, considerado hereje por la iglesia de aquellos años. La casa editorial a cargo de su impresión es: Sociedades Bíblicas Unidas).
Las traducciones mas modernas tiene mas documentos originales o “cuasi-originales” en los que se puede buscar mejores variaciones de la idea central. Las traducciones mas modernas tiene mas documentos originales o “cuasi-originales” en los que se puede buscar mejores variaciones de la idea central. Y, de todos modos, los originales son siempre traducciones, así que nada perdemos con hacer versiones mas fieles al lenguaje moderno, que su español sea más 2019. En inglés tenemos denominaciones que dicen que la King James es la única biblia que se puede leer y que ¡todas las demás son herejías! ¡Ellos son más estrictos en ese sentido!
(Sobre esta versión, Wikipedia dice: “La Biblia del rey Jacobo o Versión Autorizada del Rey Jacobo [en inglés, King James Version (KJV), Authorized Version (AV) o King James Bible (KJB)] es una traducción al inglés de la Biblia. Fue publicada por primera vez en 1611, y ha tenido un enorme impacto sobre las posteriores traducciones al inglés del texto bíblico, y sobre la literatura inglesa en general. Las obras de escritores famosos como John Bunyan, John Milton, Herman Melville, John Dryden y William Wordsworth muestran una fuerte influencia de su léxico y su sintaxis”).
Y por otro lado, las biblias en español son más fieles, ya que la Vulgata era en latín. (La Vulgata es la versión de la Biblia en latín compuesta por San Jerónimo a comienzos del siglo V para cumplir el encargo que le hiciera el papa Dámaso I en 382. La intención era reemplazar a la Vetus latina, que resultaba inadecuada por haber sido traducida sin un criterio unificado y con calidad muy desigual). Y el español esta más cerca del latín que el inglés. En inglés hay palabras que no existen. Como Iglesia… (léase como: el Cuerpo de Cristo y Los que creemos en Jesús). En inglés, se traduce a church, pero church es el templo, no el Cuerpo de Cristo o “la novia de Cristo” y usan una sola palabra para los 2 sentidos. Empero, en español se usa “iglesia” que viene de ekklesia. Así que, ¡las traducciones al español tienen más fidelidad!
¿Cuál es tu traducción favorita?
A mí me gusta mucho la “Nueva Traducción Viviente”, ya que tiene un lenguaje más moderno y no usa palabras de “Domingo”, como por ejemplo “carmesí”. ¿¡Qué rayos significa eso!? Las nuevas traducciones no solo son más modernas sino que sus traductores tiene un mejor entendimiento del lenguaje original, ya que muchos han estudiado y dejado sus conocimientos al respecto. El método científico aplica aquí. ¡Antes no tenian tanto conocimiento!
¿En comparación con la biblia católica, qué tan diferentes son las traducciones?
Son la misma, solo que la católica tiene7 libros más.
¿Y qué pasó con aquella advertencia qué hay al final de las biblias que dice que nadie debe modificar las palabras allí escritas?
Eso siempre me pareció una gran contradicción… Es una contradicción, pero es todo contexto. La biblia, como canon, no existió hasta finales de los años 300. Así que ese versículo de no cambiar la biblia se escribe antes de que la biblia existiera. Antes de Constantino…, -no fue Constantino per se, pero fue en su reinado y él promovió la idea-, eran todos escritos independientes que se tenían en los templos, y estos no tenían siempre los mismo libros. Jesús hace referencia de ciertos libros que no terminaron en el canon de los 66. Pero basado en la referencia, ¡Jesus creía que eran importantes!
(El canon bíblico de Iglesia católica reconoce 73 libros como parte de la Sagrada Escritura. Comprende 46 escritos para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento).
El tema central del ese versículo es: Apocalipsis 22:19:
“18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a éstas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”.
Esto viene de Deuteronomio 4:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
“2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno”.
Osea que están hablando de la ley. ¡Del Torah! El Torah, por años, ¡fue pasado de generaciones a generaciones con una exactitud increíble! ¡Por años, no se permitió traducirse tampoco! Pero no podemos esperar que se aplique a toda la biblia, ¡cuando la biblia no existía en ese momento!